Con una jornada dedifusión, realizada en dependencias del Servicio de Vivienda y Urbanización de la región del Biobío, dirigentes de sindicatos de la Central Unitaria de Trabajadores, de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Metalúrgicos (Festramet), sindicatos de Enap y Asmar, entre otros, se informaron en profundidad sobre el nuevo “Programa de Vivienda para Organizaciones de Trabajadores” del Minvu, uno de los ejes principales del Plan de Emergencia Habitacional, que en nuestra región busca absorber la demanda habitacional para 18.896 familias.

La Encargada Regional del Programa de Viviendas para Trabajadores del Serviu, Paula Quilodrán Rojas destacó que “Este programa, de alguna manera, nos trae a la memoria cómo se generaba comunidad antiguamente. Hoy su objetivo principal es que exista una alianza colaborativa entre el empleador y los trabajadores y trabajadoras. Que no se trate sólo de construir una vivienda, sino que se genere un proyecto habitacional donde coexistan los trabajadores y trabajadoras de una organización. Esto es inédito porque estábamos acostumbrados a la entrega de un certificado de subsidio; esto hoy viene a cambiar el paradigma”, detalló.

Uno de los hitos del programa, será el llamado especial colectivo dirigido a trabajadores y trabajadoras agrupados en un sindicato o asociación gremial, tanto de organismos públicos como privados, que deben contar con la disposición de un terreno por parte de sus respectivos empleadores y que en caso de ser seleccionados, serán beneficiados, de forma inédita, de un monto de 1.000 UF para la construcción de la viviendas.

La presidenta provincial de la CUT, Paola Zúñiga, se mostró contenta con el programa y destacó que es una iniciativa alentadora para los trabajadores y trabajadoras de la región, entendiendo el déficit habitacional que hoy existe. “Hoy los recursos para obtener una vivienda se han incrementado, por lo que para nosotros es una luz de esperanza. Vemos en este programa la posibilidad de optar a la vivienda, lo que es una lucha constante de cada familia, de obtener su propio techo donde vivir”, a lo que agregó que “Este es un proyecto innovador y vamos a ir viendo paso a paso cómo se van fusionando los empleadores, el Gobierno y los trabajadores y trabajadoras para lograr el objetivo que hoy es obtener una comunidad; viviendas donde puedan interactuar todos los trabajadores de una misma empresa”, agregó.

Por su parte, el presidente del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de ENAP, Iván Montes, precisó que este programa recuerda el espíritu de cooperativismo que existió en nuestro país hace algunos años y se mostró expectante por los resultados que puede traer para la región. “Es una muy buena noticia para todas las organizaciones de trabajadoras y trabajadores de la región. Nos da la oportunidad de recuperar el sentido de solidaridad, el sentido colaborativo, de cooperativa, que debe existir en el mundo del trabajo”, dijo.

¿Cómo funciona?

El nuevo Programa de Vivienda para Organizaciones de Trabajadores se implementará a través de un llamado especial colectivo del Subsidio para Sectores Medios (D.S.1) del Minvu, dirigido a familias de sectores de ingresos medios que no son propietarias de una vivienda, con capacidad de ahorro y posibilidad de complementar el valor de la vivienda con recursos propios o un crédito hipotecario.

Para este primer llamado del programa, que servirá también como piloto, se consideran en total la construcción de 600 viviendas y se espera que durante el periodo de gobierno se construyan bajo esta modalidad cerca de 16 mil viviendas a nivel nacional.

Entre los requisitos que deben cumplir los trabajadores y las trabajadoras para optar al subsidio se encuentran contar con capacidad de ahorro y la posibilidad de complementar el valor de la vivienda a través de un crédito hipotecario o aportes adicionales acorde a sus ingresos, considerando el apoyo del Estado mediante subsidio y beneficios adicionales, como el subsidio al pago oportuno del dividendo y un subsidio para financiar un seguro de desempleo, entre otros.

Para este programa, se considera que el empleador aporte el terreno, y los proyectos, que deben ser presentados ante el respectivo Serviu hasta el 30 de noviembre próximo, cumplir con los requerimientos que exige el llamado, entre ellos, criterios de localización (cercanía a servicios y equipamientos), factibilidad técnica del terreno y requisitos técnicos de las viviendas.

Igualmente, los proyectos deben considerar un máximo de 300 viviendas, y al menos un 20% de ellas deben ser de un valor de hasta 1.200 U.F., destinadas para trabajadores hasta el 50% del Registro Social de Hogares (RSH), al menos 60% de viviendas de más de 1.200 U.F. y hasta 1.600 U.F. para trabajadores hasta 90% del RSH, y podrá considerarse también un tercer tramo de precio de vivienda, dependiendo de la capacidad de financiamiento de los trabajadores, de más de 1.600 U.F. y hasta y 2.200 UF.  Los montos de ahorros mínimos exigidos serán de 50, 70 y 120 U.F. dependiendo del valor de la vivienda a la que se postule y los trabajadores y trabajadoras deberán tener al menos el 50% del ahorro mínimo señalado depositado al 30 de noviembre de 2022 en alguna de las cuentas o instrumentos de ahorro señalados en el D.S.1. El 50% restante deberá ser enterado hasta la fecha de suscripción de la escritura de compraventa. Para este llamado especial, no será exigible la permanencia o antigüedad de la cuenta de ahorro.