Con un arduo trabajo de profesionales de Serviu Biobío se logró superar en un 66% la meta de Calificación Energética de Viviendas (CEV) para este año. La propuesta inicial del Minvu eran 960 viviendas, sin embargo, a la fecha 1.600 hogares ya cuentan con su calificación, lo que significa que estas viviendas ya cuentan con un sello que indica su categoría en cuanto a eficiencia energética. El Servicio fue el primero a nivel nacional en cumplir su meta.

Juan Pablo González Tobar,  director de Serviu Biobío, afirmó que  “esta es una gran noticia, ya que es el reflejo de un tremendo trabajo que sostenido en el tiempo, donde logramos casi duplicar la meta que teníamos como Región. Es importante destacar que al incorporar tecnologías en la construcción, optimizamos el gasto energético, incorporamos energías renovables reduciendo  gastos fijos de las familias, colaborando con la sostenibilidad de recursos”.

Cabe destacar que es un instrumento diseñado por el Minvu, en conjunto con el Ministerio de Energía, que busca mejorar la calidad de vida de las familias, a través de la entrega de información objetiva y estandarizada, sobre la eficiencia de sus hogares antes, durante o después de la adquisición del inmueble, pudiendo comparar la oferta e inclinándose por construcciones inteligentes o en su defecto, realizar los ajustes necesarios para convertirla en una vivienda calificada.

Con la intención de masificar la CEV y concientizar sus beneficios económicos, físicos y ambientales,  el Minvu cuenta con tres subsidios que permiten aumentar la eficiencia energética de la vivienda ya construida, como acondicionamiento térmico, sistemas solares térmicos y sistemas fotovoltaicos. Sin embargo, cualquier propietario puede solicitar la evaluación de su vivienda de manera particular e individual, con costos que varían de 0,9 UF  por calificación unitaria, hasta 10 UF por grupos o  comités habitacionales.

La creciente y sostenida demanda por soluciones habitacionales para sectores vulnerables, emergentes y medios,  obliga al Serviu a revisar constantemente sus procesos y estándares en construcción, eficiencia energética y sostenibilidad.  Es en este contexto, que  el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), a través de sus servicios regionales, ya en 2012, concretó la necesidad de evaluar la oferta  tanto pública como privada de viviendas.

¿En qué consiste?

La vivienda calificada obtendrá información acerca de 3 indicadores principales: porcentaje de ahorro en la demanda de energía para lograr calefacción, enfriamiento e iluminación, nivel de eficiencia energética asignándose  una letra a la vivienda que van desde la A+ a la G, donde la A+ representa los porcentajes más altos de ahorro, mientras que la G representa un consumo mayor al estándar mínimo, y por último el requerimiento energético.

La calificación es realizada por arquitectos, ingenieros y constructores civiles, debidamente acreditados, que determinan el nivel de eficiencia energética de una vivienda, a través de una categorización por 10 años o hasta alguna modificación en los parámetros.

En la actualidad,  la CEV sigue siendo voluntaria posicionándose paulatinamente como un instrumento que entrega información objetiva y oportuna al usuario, junto con promover el uso eficiente de la energía disminuye nuestra huella de carbono.