Serviu Región del Biobío se quedó con la categoría “Mejor Proyecto de Uso Público: Parque y Espacio Público”, con el proyecto Construcción Parque y Bosque de Mitigación Dichato, como parte del Premio Aporte Urbano Chile 2018, que tiene como objetivo reconocer y destacar aquellos proyectos que constituyen un aporte urbano de calidad a las ciudades y la calidad de vida de sus habitantes.

De esta manera, el Servicio se convierte en el único representante de la Región en obtener esta importante distinción este año, donde también estuvo nominado con el proyecto Parque del Carbón de Lebu.

En una emotiva ceremonia, el director del Serviu, Juan Pablo González; el alcalde de Tomé, Eduardo Aguilera;  el geógrafo, Marcelo Lagos; la arquitecto de Serviu, Karin Soto, y Marcelo Rebolledo, profesional de Seremi de Vivienda, recibieron este importante premio que se viene entregando desde 2015 a iniciativas que vienen a dejar un legado en nuestras ciudades.

El director del Serviu dijo que “estamos completamente felices y orgullos de este gran logro, un premio que demuestra que el trabajo en equipo, la dedicación  y el profesionalismo logran grandes resultados. Es un honor recibir este galardón que da cuenta del tremendo esfuerzo de nuestros profesionales y que nos motiva a seguir trabajando por las familias de nuestra Región, con ciudades y espacios públicos más integrados, donde la seguridad también sea un pilar a la hora de concretar proyectos habitacionales o urbanos”.

Para la profesional, Karin Soto, quien estuvo cargo del proyecto ganador “el premio significa en lo personal un reconocimiento al trabajo anónimo y comprometido que hace un funcionario dentro de la institución, para cumplir con el objetivo de hacer mejores ciudades para nuestras comunidades, generar nuevos espacios públicos que aporten al desarrollo de la localidad en que se inserta. Es muy importante que reconozcan el trabajo que se realiza en regiones, dado que tenemos menos recursos para financiar iniciativas de espacios públicos que logren generar mejoras a nivel urbano”, afirmó.

El proyecto involucró una inversión ministerial, considerando terrenos y expropiación, de más de 5 mil 836 millones de pesos en una superficie de 3,7 hectáreas.

El Minvu instruyó el desarrollo del diseño interno y ejecución a Serviu región del Biobío del Parque y bosque de mitigación, que consistió en expropiar una franja de 20 metros a lo largo del  borde costero, diseñar y construir un parque con un bosque que permitiera disminuir los efectos destructivos de un futuro tsunami sobre el área urbana de Dichato.

Marcelo Lagos, geógrafo y asesor en la Comisión de Reconstrucción y Reducción de Riesgo de Desastres del Minvu, dijo que “esto parte  cuando el Ministerio decidió incorporar medidas de mitigación  estructural que permitieran garantizar seguridad a los asentamientos humanos costeros que fueron arrasados por el tsunami 2010 y donde propuse diferentes medidas, una de ellas, era considerar parques de mitigación, ya que está comprobado que  atenúan el impacto de un tsunami. En la Región del Biobío surgen varias propuestas desde el Serviu, pero la más emblemática fue Dichato. Este premio reconoce el esfuerzo y dedicación de muchos trabajadores del estado y privados que levantaron información en procesos sin protocolos o estrategias de cómo reconstruir una ciudad devastada por una catástrofe de esta magnitud”.

La obra consideró una plaza central y plazas nodo, ubicadas en los accesos a las vías de evacuación desde la playa, estacionamientos y accesibilidad universal en toda la extensión del proyecto. Tiene una ciclovía recreativa, áreas de juegos infantiles y deportivos. Contempló también algunos equipamientos urbanos como módulos con servicios higiénicos, espacios para artesanos y comerciales, un cendyr náutico, una cancha de skate, además de juegos y mobiliarios urbanos inclusivos.

Finalmente, se tomó la decisión de dotar con iluminación LED a todo el parque y una red de riego apropiada para la mantención de las especies vegetales. El proyecto respeta las vías de evacuación desde la playa hacia las zonas de seguridad en caso de Tsunami.

Para concretar este nuevo espacio hubo una activa participación ciudadana durante todo el proceso, así como también la permanente colaboración de diversos organismos públicos, tales como del Minvu, Conaf, Intendencia Región del Biobío, y la Municipalidad de Tomé.